Lavanda

Lavanda

La lavanda es un pequeño arbusto de la familia de las Lamiaceae, originario de la región mediterránea y muy difundido también en Oriente Medio, crece en suelos calcáreos secos y soleados y puede alcanzar los 60 cm de altura. Es una planta caracterizada por hojas estrechas de color verde salvia cuyas flores se agrupan en la punta terminal y le dan a la lavanda su característico color violeta o malva y un agradable aroma.  

El nombre lavanda proviene del latín (lavar) porque en ese momento se usaba comúnmente para lavar ropa, ya que su olor tiene la ventaja de mantener a los parásitos alejados de la ropa, pero la lavanda tiene principalmente propiedades antisépticas y antibacterianas. Ayuda a liberar la piel de bacterias y microbios y luego «lavarla».

Hay tres tipos de lavanda de uso común, cada uno con diferentes propiedades y usos:

  • Lavandula Spica
  • Lavandula officinalis o angustifolia
  • Lavandula lanata

Las flores de lavanda se colocan a secar, luego se reducen a polvo y se usan en cápsulas o infusiones; por otra parte, también es usada de forma destilada y aporta lo que conocemos como aceite esencial de lavanda, también utilizado en composiciones cosméticas.

Propiedades

La lavanda tiene muchas propiedades, que incluyen:

  • Calmante
  • Ansiolítico
  • Antimicrobiano
  • Antiinflamatorio
  • Sedante
  • Antiséptico
  • Desinfectantes 

Además, el aceite esencial de lavanda es rico en sustancias funcionales como terpenos, taninos, flavonoides, derivados cumarínicos, ácido rosmarínico y fitoesteroles; actúa sobre el sistema nervioso central con acción sedante y ansiolítica, además de favorecer la relajación muscular.

Se utiliza contra la inquietud, el insomnio, el nerviosismo, la depresión y para aliviar las condiciones dolorosas leves; Las flores de lavanda se pueden utilizar en la gripe, ya que son antisépticas y desinfectantes, por lo que mejoran las secreciones bronquiales. El aceite esencial de lavanda se aprecia como repelente de mosquitos y otros insectos.

 

Contraindicaciones

En algunas personas propensas a las alergias, la lavanda puede causar irritación o inflamación de la piel. No se recomienda durante los primeros 3 meses de embarazo. Puede causar estreñimiento o dolor de cabeza.